Porque eso hacen las amigas: se enfrentan a la oscuridad juntas.
Querida amiga,
No puedo dejar de pensar en todo lo que estás pasando. Cada vez que lo hago, siento una mezcla de dolor, rabia y tristeza tan profunda que a veces me hace sentir como si fuera a romperme.
Me duele verte así. Me duele ver cómo alguien ha intentado hacerte creer que vales menos de lo que realmente eres.
Te he visto tratar de seguir adelante, poner buena cara ante el mundo, tapar con maquillaje y palabras lo que jamás debería existir.
Sé que tienes miedo. Sé que salir de esa situación no es fácil, pero quiero que recuerdes que no estás sola. Estoy aquí, dispuesta a luchar a tu lado, con todo mi amor y fuerza, para que no tengas que cargar con esto tú sola.
Quiero que sepas que eres valiente, aunque a veces sientas lo contrario. La valentía no siempre es enfrentarse al problema de un día para otro; a veces, la valentía es levantarse cada día y soportar lo que has soportado, aunque no deberías tener que hacerlo. Y sé que, cuando estés lista, darás ese paso tan difícil, pero necesario.
No puedo quedarme de brazos cruzados mientras alguien intenta destruir a la persona que más quiero en el mundo. Estaré aquí para ti, sin juzgarte, sin presionarte, solo escuchándote y apoyándote en cada paso. Porque eso hacemos las amigas: enfrentamos la oscuridad juntas, sin importar cuán profundo sea el abismo.
Quiero recordarte lo increíble que eres y cuánto has superado en la vida. Aunque te cueste creerlo, tienes una fuerza dentro de ti que nada ni nadie podrá apagar. Esa misma fuerza ha hecho que muchas mujeres, como tú y como yo, se levanten, digan “ya basta” y encuentren su camino de regreso a la paz.
No tengo la respuesta perfecta ni la solución inmediata, pero tengo todo el amor y apoyo que necesitas. Si alguna vez te sientes débil o dudas de que puedes salir de esto, estaré aquí para recordarte quién eres y lo mucho que vales.
Con todo mi amor y con toda la fuerza que tengo para ti,
Tu amiga que nunca se va a rendir.