Esta es la misteriosa conexión que existe entre The Substance y Jane Fonda.
The Substance se ha convertido en una verdadera revelación del 2024 y es que pesar de su retorcida, perturbadora y hasta repugnante trama, ha logrado conquistar la taquilla ofreciéndonos una crítica dura y directa sobre los estereotipos de belleza y la sexualización femenina.
Y es que aunque la cinta no es perfecta, la actuación de Demi Moore y Margaret Qualley brillaron en la pantalla grande.
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Sin embargo, lo que pocos saben es que este filme de terror corporal podría estar inspirado en la historia real de Jane Fonda, la mujer que revolucionó para siempre la industria del los videos fitness, y el infierno que vivió en el proceso.
La historia real detrás de The Substance
Tal vez eres demasiado joven para recordarlo, pero en 1982, Jane Fonda se convirtió en la imagen por excelencia de los videos de ejercicio y al mismo tiempo en un sex symbol que acaparó las miradas del mundo entero, tal y como el personaje de Elisabeth Sparkle, interpretaron por Moore, en The Substance.
Jane nació el 21 de diciembre de 1937 en Nueva York y al igual que el personaje principal de la cinta de Coralie Fargeat, tuvo una exitosísima carrera en la televisión y el cine, protagonizado películas icónicas como “Barbarella” y “Descalzos por el parque”.
El 24 de abril de 1982, Fonda lanzó su primer video de ejercicio, llamado “Jane Fonda’s Workout” y a partir de ese momento se convirtió en un fenómeno cultural que inspiró a miles de mujeres de todo el mundo a hacer ejercicio desde casa y mantenerse en forma.
No obstante, no todo fue miel sobre hojuelas, pues detrás de su estupenda imagen y silueta definida, Jane Fonda vivió un verdadero infierno al tener que luchar durante 35 años con trastornos alimenticios que la llevaron al límite.
Desde que la actriz tenía alrededor de 20 años padeció bulimia, enfermedad que poco a poco afectó su vida de manera significativa, hasta llegar al punto de impedirle mantener relaciones personales.
Ella mencionó que este trastorno la hacía sentirse miserable y a pensar que no viviría más allá de los 30 años, pues el trastorno se había transformado en la única forma que había encontrado para lidiar con la ansiedad y las presiones de la industria del entretenimiento.
Afortunadamente, Jane Fonda logró salir de ese problema y hoy, a la edad de 86 años, se ha convertido en un ejemplo de superación por atreverse a desafiar los estigmas alrededor de la belleza y la vejez femenina.