Se dice que la humanidad conoce más sobre el espacio exterior que lo que yace en las profundidades oceánicas. Ambas regiones son inaccesibles por sí solas para el hombre, pero este ha encontrado la forma de sortear la ausencia de oxígeno y gravedad que caracterizan al espacio, no obstante, no ha podido encontrar la manera de sobrevivir a las presiones colosales del fondo marino. Pero la vida en la Tierra es tan sorprendente que incluso en contra de toda lógica, logra florecer en los sitios más inesperados, tal como este pez de cabeza transparente que habita en las profundidades del océano.
Conocer a todas las criaturas que habitan en el fondo marino se ha vuelto una tarea casi imposible, los expertos creen que todavía existe un gran número de especies que desconocemos. Y de las pocas que se ha logrado saber de su existencia, ha sido complicado descubrir su verdadera apariencia pues se les extrae del fondo marino ocasionando una descompensación de presiones en su cuerpo. Eso sucedió con el macropinna microstoma, un extraño habitante de las profundidades que tiene una cabeza transparente con ojos internos.
Imagen: MBARI
Cuando se le descubrió en 1939, no se tenían pistas sobre su verdadera apariencia. Ya que al salir a la superficie su cuerpo acostumbrado a las grandes presiones, colapsaba ante la descompensación. Tuvieron que pasar más de seis décadas para que la tecnología humana pudiera captar una fotografía del pez in situ. Ahí los biólogos se percataron de que la cabeza del pez macropinna microstoma es en realidad transparente.
Su verdadera apariencia
Recientemente el Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterrey (MBARI) redescubrió a esta criatura mediante grabaciones de video. Por primera vez se le pudo observar en su hábitat, que es la zona crepuscular a unos 800 metros de profundidad. Mediante tecnología de dispositivos a control remoto que soportan grandes presiones, los investigadores del MBARI lograron captar en video al pez de cabeza transparente. Aunque cabe resaltar que no se trató de una tarea sencilla, en sus más de 5,600 misiones acuáticas apenas si se pudieron observar nueve ejemplares de macropinna microstoma.
Imagen: MBARI
El pez tiene la peculiaridad de poseer una cabeza transparente que le permite tener una visión muy amplia, pues sus ojos se sitúan dentro de su cabeza y no en el exterior como la mayoría de animales. Sus ojos que pueden verse a través de su cabeza trasparente, son órganos tubulares de color verde fosforescente. Es capaz de moverlos en cualquier dirección por lo que posee una visión periférica sumamente amplia, además de responder con gran sensibilidad a la luz.
Se cree que alcanza los 16 centímetros de largo y habita en la zona crepuscular entre el mar de Beijing y Japón. Sin embargo, se desconoce mucho sobre el comportamiento de la especie pues es extremadamente difícil de encontrar. Pero queda claro que comparte la extrañeza de la vida que habita en aquella región desconocida para el hombre. Donde los organismos han desarrollado formas inusuales para sobrevivir en aquel insólito ecosistema.