Con 23 años de diferencia entre ellos, su relación ha sido analizada desde todos los ángulos, y el término “grooming” sigue rondando la conversación.
Aaron Taylor-Johnson y su esposa tienen la relación más turbia de Hollywood.
Con el regreso de Aaron Taylor-Johnson a la gran pantalla en Kraven: The Hunter, las miradas no solo están puestas en su carrera, sino también en su vida personal. El actor y la cineasta Sam Taylor-Johnson han sido protagonistas de uno de los matrimonios más discutidos de Hollywood, y no solo por su diferencia de edad.
¿Cómo comenzó la relación de Aaron Taylor-Johnson y su esposa?
Aaron Taylor-Johnson, nacido en 1990, conoció a Sam, nacida en 1967, durante la audición para la película Nowhere Boy en 2008. Aaron, entonces de 18 años, fue seleccionado por Sam, de 41, para interpretar a un joven John Lennon. La audición se realizó en la casa de Sam, un detalle que ha generado críticas debido a la falta de profesionalismo que podría implicar.
Según rumores, Sam tenía una relación cercana con la madre de Aaron Taylor-Johnson antes de que este audicionara, lo que suma una capa de controversia. Poco después del inicio de su relación, Sam se divorció de su esposo de 11 años y en 2009 quedó embarazada de Aaron, quien entonces tenía 19 años. La pareja se comprometió en ese mismo año y se casaron en 2012, consolidando una relación que avanzó con sorprendente rapidez.
¿Esta relación es un caso de grooming?
Aunque Aaron Taylor-Johnson era técnicamente mayor de edad cuando conoció a Sam, el contexto y la dinámica de poder entre ambos han levantado interrogantes. El término “grooming” suele referirse a la manipulación de menores por parte de adultos para establecer una relación de dependencia emocional. Aunque no se puede afirmar categóricamente que esto ocurriera en este caso, las circunstancias—como la diferencia de edad y la relación mentor-aprendiz—han alimentado el debate.
Además, la rapidez con la que Aaron Taylor-Johnson asumió roles de adulto, como convertirse en padrastro de las dos hijas mayores de Sam y luego padre de dos hijas más, ha llevado a algunos a cuestionar si tuvo la oportunidad de desarrollarse plenamente como individuo antes de tomar decisiones tan significativas.
Ambos han defendido su matrimonio como una unión basada en el amor y el compromiso mutuo. Aaron, ahora de 34 años, ha declarado en varias entrevistas que no puede imaginar su vida sin Sam, describiéndola como su mayor apoyo y pilar emocional. Por su parte, Sam ha enfrentado las críticas sin vacilar, afirmando que las opiniones externas no afectan su felicidad.
La opinión publica está muy dividida
El matrimonio de Aaron y Sam Taylor-Johnson sigue siendo un tema divisivo. Sus defensores lo ven como una prueba de que el amor no tiene edad, mientras que los detractores consideran que la relación comenzó en circunstancias cuestionables.
Aunque es innegable que ambos parecen haber encontrado estabilidad en su relación, esta sigue siendo un punto de referencia en las discusiones sobre dinámicas de poder, madurez emocional y las implicaciones de relaciones con grandes diferencias de edad.