Con la caída del régimen sirio abre un nuevo panorama en geopolítica internacional
El régimen sirio de Bashar al Assad ha caído este domingo, luego que las tropas rebeldes tomaron el control de la capital, Damasco, poniendo fin a una dictadura de más de 20 años en el poder y casi 14 años de guerra civil sangrienta que provocó cientos de miles de muertos y millones de refugiados. Rusia ha confirmado la salida al Assad del país sin mayores detalles de su destino.
Con la caída de Al Assad, vuelve a la memoria la Primavera Árabe que terminó con los dictadores Zine El Abidine Ben Ali en Túnez y Hosni Mubarak en Egipto. Los rebeldes lograron en 11 días de ofensiva lo que no lograron en casi 14 años de sangrienta guerra civil.
Abu Mohammed al-Jolani, líder del grupo insurgente fundamentalista Hayat Tahrir al Shams (HTS), ordenó a sus fuerzas que no se acerquen a las instituciones públicas de la capital siria, afirmando que permanecerán bajo la supervisión del primer ministro hasta que sean entregadas “oficialmente”.
El fin del régimen sirio provocó una euforia colectiva con miles de ciudadanos celebrando en las principales ciudades del país, a pie y en vehículos entonando cánticos, ondeando la bandera nacional y gritando la palabra “libertad”.
Bashar al Assad en el poder desde 2000
En un mensaje televisado, el primer ministro, Ghazi al Jalali, había manifestado su disposición a cooperar con el nuevo liderazgo que elijan ahora los sirios.
De acuerdo con la agencia Reuters, Al Assad salió de Siria en un avión privado desde el aeropuerto internacional de la capital. La nave se dirigía a la zona costera de donde procede Bashar, pero hizo un giro brusco y desapareció del radar en una zona próxima a Homs.
Bashar al Assad llegó al poder en el año 2000, tras la muerte de su padre Hafez al Assad, que se mantuvo en el poder por 29 años, y llegó con la gran expectativa de ser debido a la joven edad con la que ascendió como presidente: 34 años.
Oftalmólogo de profesión era descrito como alguien educado y amable, sin embargo, cuando en 2011 empezó a florecer la Primavera Árabe y su poder se vio amenazado, aplastó las protestas en su contra con mano de hierro, provocando miles de muertos.
Organizaciones internacionales de derechos humanos los acusaron del uso generalizado de tortura y ejecuciones extrajudiciales en los centros de detención.
Con la caída del régimen sirio se abre un nuevo panorama en geopolítica internacional.