Natasha Moya Carrasco empleaba un método para evitar ser arrestado
A sus 23 años, Natasha Moya Carrasco es conocida como “La Reina del Tussi” y era la líder de un grupo de la delincuencia organizada en Chile que se dedica al tráfico de la llamada droga “tussi” que también es identificada como la “cocaína rosa”.
Sin embargo, la carrera criminal de la Natasha Moya llegó a su fin cuando hace algunos días fue capturada por la policía a pesar que la joven narcotraficante había empleado un método para que no fuera vinculada con el narcotráfico aunque ya contara con un sicario guardaespaldas.
¿Cómo operaba “La Reina del Tussi”?
El subprefecto de la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim) de Melipilla, Víctor Muñoz, detalló que “La Reina del Tussi” evitaba tener contacto directo con la “cocaína rosa” por lo que empleaba un método que la mantenían al tanto de las operaciones, pero sin que tuvieran rastro de su participación.
“Ella trataba de evitar el contacto directo con las drogas y las armas para no ser detenida. Se movía por la comuna acompañada de un hombre armado y protegido con chaleco antibalas”: Víctor Muñoz.
¿Cómo capturaron a “La Reina del Tussi”?
“La Reina del Tussi” tenía un fuerte nexo con el crimen organizado que la llevó a liderar a la banda de narco, indicó el mando policiaco citado por T13, quien dijo que la mujer usaba múltiples objetos de radiocomunicación para coordinar las transacciones de droga y alertar sobre la presencia de los Carabineros.
La conducta temeraria de los jóvenes, sumada al hecho de que una mujer al mando puede dificultar su identificación por parte de las autoridades, son factores que potencian esta dinámica”: Víctor Muñoz.
El modus operandi de Natasha Moya se movía principalmente en las redes sociales donde ofrecían “El tussi” o la “cocaína rosa”, una droga sintética originada de la sustancia activa 2C-B empleada para uso veterinario.
Tras un allanamiento en uno de los tres domicilios que la narco usaba, se encontraron armas de fuego, así como un chaleco antibalas y los equipos de comunicación, mientras que en los otros inmuebles eran usados para fabricar y distribuir la droga, y para guardar las ganacias.
Sigue leyendo: